Un Papá Noel diferente

Seleccionada en el concurso Una navidad diferente de la plataforma Scribook

Aquel año la Navidad fue muy distinta. No porque una pandemia estuviera azotando el mundo entero (que también). Ni porque no fuimos a cenar en Nochebuena a casa de los abuelos (que también). Ni porque nos quitaran la cabalgata de Reyes (que también). Mi padre estaba muy enfermo y lo que sucediera en el resto del mundo me daba igual.

Recuerdo con claridad la tarde del 23 de diciembre, a pesar de mis ocho años escasos.

—No tengas miedo.

Yo sujetaba con las manos heladas la camilla de mi padre antes de entrar al quirófano. Le iban a operar de un bicho llamado Cáncer y todo mi cuerpo temblaba de pánico. No sabía de qué iba aquello, pero mi madre estaba más taciturna que nunca. Mala señal.

El cirujano se agachó hasta quedar a mi altura.

—No tengas miedo —repitió—. Saldrá adelante si estás a su lado. ¿Lo vas a estar?

Yo tragué saliva y asentí como si fuera a dislocar mi cuello. Quería creerle con todas mis fuerzas. Aquella navidad mi carta fue muy sencilla:

«Este año no quiero ningún regalo, no quiero nada para mí. Sólo quiero que mi padre se ponga bueno. Y prometo portarme mejor que nunca.»

Cuando el médico salió cuatro horas después y le dijo a mi madre que todo había salido bien, yo me grabé a fuego su imagen: era esmirriado, medio calvo y sin barba.

Jamás he conocido un Papá Noel mejor que él.

Amaya M. Vicario

PRIMER RELATO GRATUITO PARA TI 🎁

Accede y en menos de 1 minuto podrás descargar el primer relato de «El mundo a rayas» de forma gratuita. Además tendrás acceso a contenido exclusivo, novedades y sorteos para agradecer tu suscripción.

* campos obligatorios

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *